Este reto, realizado en tan sólo 12 días, inundó la Feria de Monzón de espíritu navideño.
Un trineo, de 6 metros de largo, 2,50 de ancho y 2,40 de altura, totalmente desmontable y reaprovechable, junto a dos renos que superaban los 3 metros de largo y 2 de alto, cubrían uno de los dos laterales de un blanco suelo.
Un trineo, de 6 metros de largo, 2,50 de ancho y 2,40 de altura, totalmente desmontable y reaprovechable, junto a dos renos que superaban los 3 metros de largo y 2 de alto, cubrían uno de los dos laterales de un blanco suelo.
En el extremo opuesto, un gigantesco árbol de navidad de 3,20 metros de diámetro y 5 de altura alcanzaba a tocar las casi 200 estrellas de nieve que colgaban del techo de la nave de “La Azucarera”.
Todo ello fue realizado en poliestireno expandido que se ensamblaba entre sí sin necesidad de unir con pegamento ninguna de las piezas de los diferentes elementos.
Todo ello fue realizado en poliestireno expandido que se ensamblaba entre sí sin necesidad de unir con pegamento ninguna de las piezas de los diferentes elementos.
Cubrían el suelo nevado numerosas cajas de regalos y centenares de globos de distintos tamaños, aunque siempre en color blanco.
Completaban la decoración, y tratándose de una feria de ideas para la navidad, un nacimiento con su portal, también en poliestireno, y como todo lo anterior, ensamblado para su posterior reaprovechamiento.
Completaban la decoración, y tratándose de una feria de ideas para la navidad, un nacimiento con su portal, también en poliestireno, y como todo lo anterior, ensamblado para su posterior reaprovechamiento.